En estas ultimas veces que he estado en el apartamento me llevé el insecticida que suelo usar para aplicarlo a las hoyas que alli tengo pues cuando las planté llevaban de casa a estos malditos invasores.
Creo recordar que les apliqué el insecticida en un par de ocasiones y fueron suficientes para erradicarlos lo que he podido comprobar en las dos ultimas ocasiones que he estado allí, una de ella precisamente ayer. Así que por allí ya no hay, al menos de momento, ningún bichito amarillo.
Caso contrario es lo que me ocurre en casa que, en esta época y hasta que llegue el otoño, me veo obligado todos los días a mantenerlos a raya.
La conclusión que saco es que por más que intente eliminarlos, ya se encargarán aquellos que existen en otras hoyas del barrio (en su mayoría regaladas por mí, a modo groso pueden ser más de 12) para que estén constantemente visitándome debido al poco cuidado que algunos le prestan. Me consta que algunas hoyas están minadas de pulgones.
Así que a la vista de ello dudo que alguna vez sea capaz de ver mis hoyas (principalmente las carnosas) sin estos intrusos.
Craso error por mi parte haber regalado tantas hoyas carnosas (y otras) en el mismo barrio.
Como dice el refrán: A lo hecho, pecho.
Creo recordar que les apliqué el insecticida en un par de ocasiones y fueron suficientes para erradicarlos lo que he podido comprobar en las dos ultimas ocasiones que he estado allí, una de ella precisamente ayer. Así que por allí ya no hay, al menos de momento, ningún bichito amarillo.
Caso contrario es lo que me ocurre en casa que, en esta época y hasta que llegue el otoño, me veo obligado todos los días a mantenerlos a raya.
La conclusión que saco es que por más que intente eliminarlos, ya se encargarán aquellos que existen en otras hoyas del barrio (en su mayoría regaladas por mí, a modo groso pueden ser más de 12) para que estén constantemente visitándome debido al poco cuidado que algunos le prestan. Me consta que algunas hoyas están minadas de pulgones.
Así que a la vista de ello dudo que alguna vez sea capaz de ver mis hoyas (principalmente las carnosas) sin estos intrusos.
Craso error por mi parte haber regalado tantas hoyas carnosas (y otras) en el mismo barrio.
Como dice el refrán: A lo hecho, pecho.
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