jueves, 13 de junio de 2013

Hoya cumingiana, un regalo inesperado.

Esta mañana después de venir de casa de mi amigo Paco me encuentro con esta agradable e inesperada sorpresa.

Como coja a quien me la ha enviado, "la mato" a besos.

Sobra cualquier otro comentario.

Eso sí, publicamente darte las gracias Chiara.












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