Aqui pongo un claro ejemplo de luminosidad y rayos de sol del amanecer de una Hoya australis ssp tenuipes. Contaré la historia.
A primeros del mes de Julio del año pasado nos visitó mi buena amiga Toni que ya muchos conoceréis a través de los foros, de Facebook, Google+ y de mi propio blog.
Aparte de que todos pasamos un día maravilloso, incluido visita a un gran vivero de esta zona y almuerzo en un chiringuito de la playa, le regalé algunas hoyas entre las que incluí, si mal no recuerdo, un bonito ejemplar y bien grande de una Australis ssp tenuipes.
Para quedarme con un recuerdo, le corté dos buenos esquejes que desde entonces los tuve en la terraza, a la intemperie y solo recibiendo la luminosidad del día.
Llegada esta primavera, sin tener predilección por ninguno de los dos, a uno de ellos lo pasé al lado de la terraza que recibe los rayos de sol del amanecer y ya me está agradeciendo este gesto. El otro, que solo recibe luminosidad ha pegado un gran estirón con dos buenas guías pero ahí queda todo.
Así pues que un esqueje que ahora va a hacer un año ya me muestra dos incipientes pedúnculos es una prueba de que esta variedad también agradece los rayos directos del amanecer y la podremos ver florecer, como otras muchas, al cabo de un año.
Por las fotos comprobareis que cualquier lugar es bueno para el crecimiento de la planta, pero no así para el nacimientos de pedúnculos.
A primeros del mes de Julio del año pasado nos visitó mi buena amiga Toni que ya muchos conoceréis a través de los foros, de Facebook, Google+ y de mi propio blog.
Aparte de que todos pasamos un día maravilloso, incluido visita a un gran vivero de esta zona y almuerzo en un chiringuito de la playa, le regalé algunas hoyas entre las que incluí, si mal no recuerdo, un bonito ejemplar y bien grande de una Australis ssp tenuipes.
Para quedarme con un recuerdo, le corté dos buenos esquejes que desde entonces los tuve en la terraza, a la intemperie y solo recibiendo la luminosidad del día.
Llegada esta primavera, sin tener predilección por ninguno de los dos, a uno de ellos lo pasé al lado de la terraza que recibe los rayos de sol del amanecer y ya me está agradeciendo este gesto. El otro, que solo recibe luminosidad ha pegado un gran estirón con dos buenas guías pero ahí queda todo.
Así pues que un esqueje que ahora va a hacer un año ya me muestra dos incipientes pedúnculos es una prueba de que esta variedad también agradece los rayos directos del amanecer y la podremos ver florecer, como otras muchas, al cabo de un año.
Por las fotos comprobareis que cualquier lugar es bueno para el crecimiento de la planta, pero no así para el nacimientos de pedúnculos.
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